Año: 2018.
Localización: Barrio Santo Domingo, Cúcuta, Norte de Santander.
Área: 145 m².
Pasantes: Claudia Patricia Aricas C., Fanny Pilar Arciniegas G., Gustavo Adolfo Caballero G., Jhon Edwin García R., Jose Leonel Perez S., Jose Leonel Trujillo H., Sandra Natalia Perez H., Yeferson Santiago Fuentes F.
Director: Arquitecto Miguel Peñaranda Canal.
En un lote esquinero del barrio Santo Domingo, colindante al este con una vivienda y al norte con un lote baldío, la vivienda cuenta como medio de acceso una vía peatonal. Con un área de 145 m², de los cuales 47.2 m² se encuentran ocupados por la vivienda actual. Con una deficiencia de diseño ergonométrico, pero en buenas condiciones se presenta en el predio, una placa para la futura expansión y alquiler de un apartamento. Según la clasificación estratificada el predio se encuentra ubicado en una zona de estrato 2 (condición baja).
Los usuarios se dirigieron al CIPARQ en busca de un asesoramiento en el diseño de su vivienda presentando determinantes como que requerían de un local comercial y la oportunidad de alquilar su vivienda actual y un apartamento en la planta superior. Dicha planta constaba de unos ejes ya marcados y de unos servicios ya establecidos. Contando así con dos núcleos de vivienda y las siguientes especificaciones. Las planimetrías del mismo, se presentan a una escala con todos los detalles del terreno.
La vivienda cuenta con una vía netamente peatonal, pero al estar ubicada en una zona demasiado empinada, se hace necesario un acceso en común, que vendría a desarrollarse a su vez como lugar de encuentro. Es por eso que las flechas naranjas vendrían como concepto base, el punto fijo se ubica en la mitad de la planta, que permite un acceso inmediato a las habitaciones y baños de la segunda planta.
Ya que la vivienda se divide en la propia y en la unidad de arriendo, se planteó una distribución que favoreciera esta condición como se muestra a continuación:
Dentro de ellos, se desarrolló una zonificación que mejorase la integridad la vivienda y aumentase el bienestar de la familia, dando la posibilidad de repartir y articular los espacios y las actividades a desarrollar en cada uno. En otras palabras, la zona social es la encargada de articular exterior- interior, accediendo luego a los servicios y dejando por último a la zona privada.
En cuanto a la vivienda propia del usuario, se hace uso de una planta doble con el fin de mejorar la articulación de la primera planta y darle privacidad al segundo nivel. La circulación se convierte en una “T” invertida dividiendo la zona social de servicios y el local comercial.
Debido al clima cálido húmedo de la ciudad, debemos tomar en cuenta la respiración constante de la vivienda. Para ello se han planteado ventilaciones altas llevadas hasta los patios de las misma con el fin de conseguir una ventilación e iluminación natural.
En el diseño de fachadas se tuvo en cuenta la integración interior – exterior, con ventanales amplios en sistema de acordeón hechos de hierro, con el fin que brinden seguridad, ventilación. Además, se emplearon acabados rústicos mezclando concreto con paredes lisas, y acabados sencillos con el fin de minimizar costos.
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